"HOMENATGE A JUANITA NARBONI"
¡Ay José Pablo! Tú que has salvado tantas almas, salva la mía. ¿Qué me dices? ¿Qué has rezado mucho por mí? Pues me alegro pero sigue rezando, que buena falta me hace. De la misa no sabes ni la mitad. Probrecito. No te enteras. Mucho Vaticano, misa diaria y rosario. Ni que fueras del Opus. De tu pobre hermana, no sabes casi nada. Y ya te digo yo, en la vida lo he pasado fatal. Yo quería un hombre y no lo tuve. Ya sé que soy bajita y fea. Lo de amargada fue un añadido. Claro! Mis queridísimos papás como que no podían casarme me dijeron: Hala! A cuidar de tu hermano que es cura y ya sabes, los curas tienen mucho trabajo. Pues sí, así fue y así me quedé. Para vestir santos que se dice. Pero en el fondo fui rebelde. Que lo sepas. Pequé de pensamiento porque de obra, por más que lo deseara, no pude. ¿Es pecado pecar de pensamiento? No digas nada que ya se la repuesta: de pensamiento, obra u omisión. Pues prefiero la obra, joder. Rabia que me da. ¿Lloras? ¿Que me calle, que me calme? Es que no puedo. ¿No ves a esta enfermera que insiste en lavarme? Pero yo, lo que es yo, por mis huesos, no voy a dejarme. Que se atreva a tocarme. Puedo morder. Enfermera. ¡Basta ya! He dicho que basta o muerdo. ¿Dices que apesto? Seguro que no tanto como tus partes íntimas. ¿Qué no te ofenda? Pues déjame ya. ¿Y para qué quieres lavarme si estoy pronto a subir al cielo? Las almas son incorpóreas y no huelen a mierda y, en cualquier caso, espero que el inútil de mi hermano me la lave bien con su jabón. Con su rezos. Sus rezos son su jabón. ¿Sabes enfermera? El tiene influencia. Ha sido un cura muy renombrado. Si no ha llegado a obispo es porque el pobre, un poco tonto, tiene el llamado don de la humildad. ¡Humildad! ¡Vaya vida que nos hubiéramos llevado siendo obispo o mejor cardenal! Hermano, hermano reza por mí y aleja a esta mujer de mi lado. Sí, sí, reza y súbeme al cielo. No peso mucho. Será fácil. ¿En el cielo cabremos todos? ¿Almas o cuerpos? La resurrección de los muertos. ¡Ja! Pamplinas. Yo no quiero mi cuerpo feo y sucio en el cielo. José Pablo limpia mi alma y sálvame. Hermano bendito, ¿Qué quieren ahora estos? Hermano. ¿No ves que vienen con malas intenciones? Ah! Traidor! Has sido tú. Sangre hermana que me ha traicionado. ¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué les has llamado? No me dejes sola, no dejes que me aten de nuevo y me pinchen. Hermana y ustedes. ¡váyanse! ¿Que me esté quieta? ¿Tú, mi propio hermano les has dicho que me aten y me pinchen? ¿Que es por mi bien? Y una mierda. No estoy loca. Putas más que putas y asesinos. Queréis matarme y no podréis. No podréis atarme y gritaré. Quiero gritar y no puedo, no me sale la voz. Duele, pero duele menos. Qué oscuro está eso, qué oscuro es todo. Y qué silencio. Qué paz, qué sueño. ¿Sueño eterno? Será eso. Bendito sea el Señor. Adiós odiado mundo, adiós mundo cruel.
Gràcies per aquest homenatge. Recordo la pel·lícula , "La vida perra de Juanita Narboni" basada en el llibre del mateix títol. La lectura del llibre de Angel Vàzquez val la pena, és una joia del segla XX. Gràcies de nou!
ResponEliminaJuanita Narboni és un llibre extraordinari que crec no és prou conegut. Gràcies Flor.
ResponElimina